La impotencia sexual (también ampliamente llamada disfunción eréctil) es la incapacidad del hombre para conseguir y mantener una erección completa durante la actividad sexual. Hay casos en los cuales no se logra una erección de calidad que permita la penetración de la pareja. En otras situaciones, el hombre hace la penetración, pero no puede mantener una erección prolongada, lo que impide la consumación del acto sexual.
Además de causar vergüenza para muchos hombres, la disfunción eréctil, puede afectar a la relación de las parejas, dañando la intimidad sexual y emocional. En algunos contextos, de vez en cuando, la disfunción eréctil puede ser considerada como normal. Sin embargo, cuando se trata de un marco permanente, la disfunción necesita ser tratada por un médico, de modo que se lleve a cabo un tratamiento para la impotencia del paciente. La impotencia no debe ser vista como una enfermedad sino como un síntoma de otro problema, que puede ser psicológico, físico o una combinación de ambos.
¿Cómo se manifiesta la impotencia sexual?
La impotencia se manifiesta en diferentes grados y grupos de edad, pero podemos decir que afecta a personas jóvenes, adultas y ancianos. Puede ocurrir gradualmente, dando lugar incluso a meses o años para manifestarse totalmente. En otros casos, sin embargo, puede ocurrir de repente.
¿Cuáles son las causas de la disfunción eréctil?
La impotencia ocasional no debe preocupar a los hombres. Factores tales como el consumo de alcohol, la ansiedad y la fatiga pueden hacer que el hombre tenga esta experiencia de un momento u otro.
Ya la impotencia recurrente, revela problemas importantes que necesitan ser investigados y tratados. Aunque la impotencia puede tener causas psicológicas tales como ansiedad, estrés y depresión, se sabe que existen varios factores orgánicos que pueden causar su aparición.
La diabetes, el colesterol alto, la hipertensión, el tabaquismo y la obesidad son algunos de los factores que pueden afectar el flujo de sangre al pene, anulando la capacidad del hombre para mantener una erección completa.
Por otra parte, la dificultad para mantener una erección puede llevar al hombre a preocuparse demasiado por su rendimiento sexual, situación está que, invariablemente agravará aún más el problema.
¿La disfunción eréctil puede considerarse como un signo de andropausia?
Si. De acuerdo con nuevos estudios de medicina, una de las señales de pérdida de la hormona masculina, la andropausia, es la pérdida de la capacidad para mantener la erección fuerte durante todo el acto sexual. Por lo tanto, la andropausia puede exhibir síntomas tales como falta de deseo sexual, el estrés, la pérdida de masa muscular, así como la impotencia sexual en sí.
El tratamiento para la impotencia
Debido a que son diferentes los factores que pueden estar asociados con la disfunción eréctil, el tratamiento para la impotencia también variará. Un médico andrólogo debe examinar lo que está afectando el flujo de sangre en el pene para comprobar si hay una causa médica subyacente que requiere tratamiento inmediato.
A medida que el tratamiento se realiza de acuerdo con el origen de la enfermedad, es imprescindible que el paciente sea examinado por un médico. Después de determinar si la disfunción eréctil se ha originado debido a factores psicológicos o físicos, el tratamiento adecuado para combatirla puede ser iniciado. Recuerde que la automedicación puede dificultar más que ayudar en el tratamiento.